La gran ventaja de los métodos anticonceptivos naturales es que no precisan de ningún objeto, elemento o medicamento para ser llevados a cabo, ni tampoco interfieren en la fertilidad, con lo cual son métodos inocuos para la salud en términos relativos.
Esta relatividad viene dada desde un punto de vista psíquico, ya que al tener que abstenerse o impedir el coito según el día del ciclo puede ocasionar molestias entre la pareja, aunque no por ello les puede impedir el realizar otras prácticas sexuales.
Otra de las ventajas es que no dependen de un tercero, como puede ser un médico que lleve la supervisión o el control del método, carecen de efectos secundarios, pueden emplearse por tiempo ilimitado y, sobretodo, no representan un problema religioso. Digamos que, éticamente hablando, están permitidos por la iglesia católica.
Por todo ello, una ventaja un tanto contraria es que son métodos perfectos para calcular los días fértiles y favorecer el embarazo cuando se practica el coito en los días que están prohibidos.
¿Qué problemas presenta practicar una anticoncepción natural?
A pesar de las ventajas, son los menos eficaces de todos y los que, si no existe una pareja estable, tienen la mayor tasa de probabilidad de contraer una ETS o enfermedad de transmisión sexual.
Entre las desventajas de estos métodos también encontramos:
- Eficacia muy baja respecto a los demás métodos no naturales.
- Requieren una elevada experiencia y conocimiento para conseguir un grado de eficacia óptimo (conocer el ciclo, determinar los días exactos de ovulación, prepararse psicológicamente para mantener relaciones en días determinados, mentalizarse de la abstención en días de alto apetito sexual, etc…).
- Hacen de las relaciones sexuales menos espontáneas e impulsivas y esto puede perjudicar seriamente a la pareja.